Pleonasmo: Definición y ejemplos

Podemos situar al pleonasmo dentro de las figuras retóricas, ya que se trata de una expresión que tiene como objetivo el uso de palabras con el mismo significado o que son prescindibles dentro de la oración para poder enfatizar un mensaje. Es decir, se trata de una repetición en sí misma, este tipo de expresiones se usan para dar mayor relevancia al mensaje añadiendo palabras de forma consciente aunque estas no sean necesarias para la comprensión del mismo.

Por lo tanto, un pleonasmo utiliza, dentro de una misma expresión, dos o más palabras que tienen un mismo significado para aportar valor comunicativo a la frase y hacer énfasis en el mensaje que se está expresando. Estas palabras podrían eliminarse de la oración sin problemas ya que son prescindibles a la hora de que el receptor comprenda el mensaje que se quiere transmitir.

Pleonasmo o vicio del lenguaje

En muchas ocasiones, debido a que se trata de una repetición consciente de palabras, el pleonasmo puede confundirse con un vicio del lenguaje. En el caso del segundo, se considera que es así cuando las palabras que se repiten no son necesarias y se aplican en una oración vulgar. Así, podríamos decir, por ejemplo que un vicio del lenguaje es el uso de la siguiente oración:

Fueron ambos dos a comprar una nueva nevera.

En este caso vemos como ambos, ya significa que la acción la están realizando dos personas por lo que la palabra dos sería un vicio del lenguaje. Este vicio es considerado como una redundancia innecesaria que no agrega ninguna expresividad a la frase que se está transmitiendo.

Por su parte, cuando usamos un pleonasmo como figura retórica, estamos enfatizando el mensaje y reforzándolo para que llegue al emisor. Del mismo modo también se utiliza en la literatura para poder crear textos más elaborados y que permitan captar la atención del lector. Cuando este se realiza de forma consciente, estaríamos hablando de un pleonasmo intencional. El pleonasmo usado correctamente y cuando se aleja de ser un vicio del lenguaje puede ser una herramienta muy útil a la hora de explicar ambigüedades.

Imagen: Los vicios del lenguaje

Ahora que ya conoces la definición de pleonasmo seguro que te has dado cuenta de que es más común de lo que pensabas y que se utiliza tanto de forma oral como escrita. A continuación y para que puedas fijar tus conocimientos correctamente vamos a mostrarte una serie de ejemplos de pleonasmos que te ayudarán a saber distinguirlos en cualquier situación. Vamos a colocarlos dentro de oraciones para que puedas localizarlos de un solo vistazo:

Lo vi con mis propios ojos

En este primer ejemplo nos encontramos con el verbo ver, la acción de ver, tan solo puede ser realizada por los ojos, por lo que en este caso, añadir a la oración con mis propios ojos, es un pleonasmo. En este caso, ha sido añadido de forma intencional para dar énfasis a la oración y captar la atención del receptor del mensaje. Veamos algunas oraciones más en las que aparecen pleonasmos:

• ¿Quieres hacer el favor de callarte la boca?
• Dile a tu hermana que baje abajo y me traiga del armario un bote de tomate frito.
• Juan chutó el balón y este salió volando por los aires.
• Te lo vuelvo a repetir las veces que haga falta.
• ¡Sal fuera inmediatamente!
• Espero que te guste. He hecho esta manualidad con mis propias manos.
• El presidente de la comunidad le mandó una reclamación escrita de su puño y letra.
• La imagen del David de Miguel Ángel que puede verse en la Piazza della Signoria de Florencia es una réplica exacta de la original.
• Tengo muchas ganas de ver esa película, está basada en hechos reales y tengo mucha curiosidad de ver con mis propios ojos cómo tratan el tema.
• El programa de la lavadora se acaba de terminar.
• Manuel, entra para adentro, ya empieza a hacer frío en la calle.
• Se puso a deambular sin rumbo por las habitaciones de la casa.
• Mientras me lo decía pude ver la sonrisa en sus labios.
• El médico le dijo que debía beber más líquidos.

Ya conoces qué es un pleonasmo su definición y ejemplos. Si quieres seguir aprendiendo más sobre figuras retóricas u otros usos del lenguaje, no dejes de visitar nuestras secciones en las que podrás encontrar información adicional que te ayudará a comprender mejor la Lengua española y a mejorar en tus estudios.

Imagen: Diccionario Actual

Para que acabes de comprender bien este concepto, vamos a presentarte de una forma clara y esquemática cuáles son las características del pleonasmo:

• El pleonasmo es una figura literaria que busca enriquecer estéticamente la percepción de objetos y procesos.
• Puede generar efectos como la aliteración (repetición de sonidos consonánticos) o la cacofonía (repetición de sonidos discordantes).
• En los textos no literarios, este tipo de repetición se considera redundante y es preferible evitarla como si fuera un vicio del lenguaje.
• En el lenguaje cotidiano, el pleonasmo a veces se utiliza para clarificar el significado, en algunas expresiones. Por ejemplo: llamar por teléfono. Esta frase nos permite entender que la acción específica de llamar se trata de una llamada telefónica y no de otras formas de comunicación como las videollamadas.

Ahora ya sabes qué es un pleonasmo, así que, antes de explicarte cuál es la diferencia entre pleonasmo y redundancia, vamos a presentarte la definición de esta última.

¿Qué es una redundancia?

Una redundancia es cuando se repite demasiado una palabra, expresión o idea. Es decir, se trata de la repetición innecesaria de una información que ya está presente en el texto.

La redundancia puede consistir en usar palabras predecibles o frases que no añaden nada nuevo o informativo, simplemente repiten lo que ya se sabe o está dicho en otras partes del texto. Aunque en español se utilizan expresiones redundantes en la vida cotidiana, estas no están aceptadas por la Real Academia Española (RAE).

Diferencia entre pleonasmo y redundancia

La diferencia entre pleonasmo y redundancia se basa en el arte de la sutileza lingüística.

El pleonasmo se caracteriza por una intensidad que le falta en la redundancia. Un pleonasmo te hunde en un estado casi hipnótico que amplifica el significado de lo que se está expresando. Es decir, se tratan las palabras como una obsesión estructurada que profundiza en el mensaje.

El pleonasmo se utiliza con una intención deliberada. En cambio, la redundancia ocurre más como resultado de descuido y a menudo está ligada a la falta de habilidad en la expresión.

A continuación, vamos a ponerte algunos ejemplos de pleonasmos que encontramos en la literatura, para que puedas ver cómo los autores utilizan esta figura retórica:

Ni me entiendo ni me entienden;

ni me sirve alma ni sangre;

lo que veo con mis ojos

no lo quiero para nadie.

(Concha Méndez, Sombras y sueños)

“—Todo eso pudiera ser, Sancho —replicó don Quijote—, pero no es así, porque lo que he contado lo vi por mis propios ojos y lo toqué con mis mismas manos”.

(Miguel de Cervantes, segunda parte de Don Quijote de la Mancha)

Qué, el estupor de ser tú, verdaderamente tú y,

con tus ojos, verme.

(Ana Rosetti, Punto umbrío)

Anda por todos lados,

anda en todos los ojos que lo miran

brillar en la blancura de las páginas

con su cálida luz inofensiva.

(Nuria Parés, Canto llano)

Rosa, linda rosa

¿Qué es eso que brilla y resplandece?

¿Qué es eso que es tan hermoso y perfecto?

¡Es una rosa, una linda rosa!

(Sor Juana, El poema a una rosa)

El viento, el viento

El viento, el viento,

¿por qué soplas tanto?

¿Por qué soplas tanto, viento?

¡Basta ya de soplar!

(Paco Roca, El viento)

Antes de explicarte cuáles son las diferencias y similitudes entre el pleonasmo y el oxímoron, vamos a darte la definición de este segundo concepto, para que puedas entenderlo bien.

¿Qué es un oxímoron?

El oxímoron es una figura retórica que combina dos conceptos de significado opuesto en una misma expresión, lo que se conoce como contradictio in terminis. Es una forma de paradoja donde se utiliza una palabra que aparentemente contradice su propio significado literal, pero que invita al lector a captar el sentido metafórico de la frase.

Por ejemplo: silencio atronador, instante eterno, vista ciega, hielo abrasador, fuego helado.

Estas combinaciones de palabras hacen que el lector tenga que reflexionar sobre el significado más profundo que pueden transmitir, más allá de su aparente contradicción inicial.

Diferencias y similitudes entre el pleonasmo y el oxímoron

Vamos a presentarte las diferencias y similitudes que existen entre el pleonasmo y el oxímoron, para que puedas decidir qué figura retórica debes usar en cada ocasión.

Diferencias

• Función: El pleonasmo enfatiza en la redundancia mientras que el oxímoron enfatiza la contradicción.
• Propósito: El pleonasmo puede utilizarse para clarificar o resaltar, mientras que el oxímoron busca provocar una ironía poética.
• Estructura: El pleonasmo no necesariamente crea una paradoja, mientras que el oxímoron siempre lo hace al combinar términos opuestos.

Similitudes

Ambos son recursos utilizados en el lenguaje para añadir profundidad, enfatizar ideas o crear efectos estilísticos. Tanto el pleonasmo como el oxímoron juegan con el significado de las palabras de maneras distintas, pero ambos sirven para enriquecer la expresión y transmitir matices al mensaje.

Las figuras retóricas, o figuras literarias, son herramientas del lenguaje que utilizan las palabras de manera poco convencional u original para enriquecer su significado o resaltar su belleza. Su propósito principal es destacar una idea, persuadir, embellecer un texto o provocar una emoción en el lector. Son muy utilizadas en el ámbito literario para crear textos originales y hacer pensar al lector.

Estos recursos no tienen nada que ver con el estilo comunicativo habitual que se centra en transmitir una idea de manera directa y efectiva. En su lugar, buscan formas más expresivas, artísticas o poderosas de comunicar un mensaje. Existen muchos tipos de figuras retóricas y cada una de ellas funciona con una estructura diferente para manipular el lenguaje.

Por ejemplo: La metáfora, el símil, la hipérbole, la personificación, etc.

Aunque las figuras retóricas son más propias de la literatura, como en la poesía y el teatro, también se pueden utilizar en el lenguaje cotidiano para añadir estilo y originalidad a tus discursos.

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