Pensamiento de David Hume: resumen
El pensamiento de David Hume se conocer por su un enfoque empirista y escéptico. Una filosofía que influyó notablemente en la filosofía moderna, en especial en áreas como la teoría del conocimiento, la ética y la filosofía de la religión. Hume argumentó que todo conocimiento deriva de la experiencia sensorial y que no podemos tener certeza sobre las causas y los efectos más allá de nuestras observaciones directas. Su escepticismo hacia la razón y la idea de causalidad desafió las ideas filosóficas tradicionales y sentó las bases del empirismo moderno.
En esta nueva lección de unPROFESOR.com te ofrecemos un resumen del pensamiento de David Hume.
¿Quién fue David Hume?
David Hume fue un filósofo e historiador nacido en Edimburgo, Escocia. Desde joven mostró inclinación por la filosofía y las letras. Aunque en un primer momento estudió Derecho, pronto abandonó esa carrera para dedicarse a la filosofía y a la escritura.
Su obra más conocida es Una investigación sobre el entendimiento humano (1748), donde expone muchas de sus ideas más destacadas e influyentes.
Además, Hume también mostró interés por la Historia, ofreciendo un enfoque crítico y racional.
Características del pensamiento de David Hume
El pensamiento de David Hume se caracteriza por una serie de claves que han dejado huella en la filosofía occidental. Entre estas tenemos que destacar las siguientes.
Empirismo radical
Hume está considerado como uno de los principales representantes del empirismo, la corriente filosófica que sostiene que todo conocimiento proviene de una experiencia sensorial. Así, y a diferencia de los racionalistas, que creían en la existencia de ideas innatas o en la capacidad de la razón para alcanzar verdades universales, Hume argumentó que nuestras ideas son simplemente una copia de nuestras impresiones sensoriales.
Según Hume, todo aquello que conocemos procede de lo que hemos experimentado a través de los sentidos; fuera de esa experiencia, no podemos hacer afirmaciones con certeza.
Escepticismo filosófico
Otra de las características más notables del pensamiento de David Hume es su escepticismo. Hume cuestionó la posibilidad de alcanzar un conocimiento verdadero y seguro; especialmente en lo que respecta a la causalidad. Él planteó que lo que conocemos como “causa y efecto” no es más que una costumbre mental que se forma al observar repetidamente dos eventos consecutivos. No se puede justificar lógicamente que un evento cause otro, solo podemos decir que estamos acostumbrados a verlos juntos.
Este escepticismo se extiende también a otras áreas del conocimiento, como la religión. Hume fue un crítico del argumento del diseño y otros intentos de demostrar racionalmente la existencia de Dios. Para él, tales intentos no eran más que proyecciones de la mente humana sobre el mundo, sin una base empírica sólida.
Teoría del Conocimiento
En su Investigación sobre el entendimiento humano, Hume expone su teoría del conocimiento donde distingue entre “impresiones” e “ideas”. Las impresiones son las percepciones más vívidas y fuertes que obtenemos a través de la experiencia directa, mientras que las ideas son copias menos intensas de estas impresiones. Según Hume, todo nuestro conocimiento se basa en esta distinción, y cualquier idea que no pueda rastrearse a una impresión original debe ser descartada como sin sentido.
Hume también introdujo el concepto del “problema de la inducción”, señalando que no hay justificación lógica para asumir que el futuro se parecerá al pasado, o que los problemas observadas hasta un momento dado continuarán. Esto constituye un desafío a la base de la ciencia y de la razón misma ya que gran parte de nuestro conocimiento se basa en estas suposiciones inductivas.
Ética y Moral
Dentro del ámbito de la ética, Hume también fue una figura innovadora al proponer que nuestras decisiones morales no están guiadas por la razón, sino por la pasión. Para este filósofo moderno, la razón es y ha de ser “esclava de las pasiones”, lo que significa que nuestras acciones están motivadas por sentimientos y deseos, no por la razón pura. Esta posición se opone a la tradición racionalista que veía en la razón el fundamento de la moralidad.
Además, Hume señaló cómo los juicios morales son expresiones de sentimientos subjetivos y no declaraciones de hechos objetivos. Este enfoque emotivista de la ética anticipó corrientes de pensamiento en la filosofía moral del siglo XX.
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- ALBIERI, Sara. David Hume, filósofo e historiador. Mediações-Revista de Ciências Sociais , 2004, vol. 9, núm. 2, pág. 19-36.
- BELLOD REDONDO, José Francisco. El monetarismo amable de David Hume. Revista de Economía Institucional , 2011, vol. 13, núm. 25, pág. 387-393.
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