Historia del Arte

Obras del Quattrocento

 
Ana Prado Antúnez
Por Ana Prado Antúnez. Actualizado: 25 septiembre 2024
Obras del Quattrocento

Entre las 5 obras más representativas del Quattrocento tenemos que destacar El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli, La Anunciación de Fra Angélico, El David de Donatello, La Batalla de San Romano de Paolo Uccello, y El Tributo de la moneda de Masaccio. Estas obras que la crítica considera que fueron innovadoras desde el punto de vista técnico y de gran influencia en el desarrollo del arte en los siglos posteriores.

En esta lección de unPROFESOR.com profundizamos en el Quattrocento y te presentamos las 5 obras del Quattrocento más relevantes. El Quattrocento abarca todo el siglo XV y está considerado como el momento de florecimiento del Renacimiento temprano en Italia.

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Índice
  1. Qué fue el Quattrocento y su contexto histórico
  2. ¿Cuáles son las obras del Quattrocento más representativas ?
  3. El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1485)
  4. La Anunciación (Fra Angelico, 1438-1445)
  5. David (Donatello, 1440)
  6. La Batalla de San Romano (Paolo Uccello, 1438-1440)
  7. El Tributo de la moneda (Masaccio, 1425)

Qué fue el Quattrocento y su contexto histórico

El término Quattrocento hace referencia a los 1400, esto es, a los años que conforman el siglo XV, y, más concretamente, al movimiento cultural que nació y fue desarrollándose a lo largo de esas décadas. Este movimiento tuvo lugar en Italia y se trata de un período de transición y de gran esplendor cultural dentro del marco más amplio del Renacimiento.

El Quattrocento se considera un momento clave en la historia de la cultura europea. Un momento marcado por cambios políticos, económicos y sociales, además de asistirse al resurgimiento del interés por la cultura clásica grecorromana y al nacimiento del Humanismo. Éste fue una corriente intelectual que ponía al ser humano como centro de las artes y las ciencias. Así, las obras artísticas y los estudios científicos de esta época reflejan tanto los avances técnicos como una nueva manera de ver el mundo más centrada en el Humanismo y en la observación de la naturaleza.

En este siglo se produjeron avances en la perspectiva lineal, la representación del cuerpo humano y la recuperación de las formas clásicas. Además, los artistas ya no se centraron solo en la representación espiritual y simbólica, también aspiraron a plasmar la realidad de manera más naturalista y precisa. Para ello, los artistas buscaron un ideal de belleza, armonía y proporción que plasmaron en sus obras más representativas.

Aquí te dejamos las diferencias entre el Quatrrocento y el Cinquecento.

Obras del Quattrocento - Qué fue el Quattrocento y su contexto histórico

¿Cuáles son las obras del Quattrocento más representativas ?

El Quattrocento es un período de gran creatividad y transformación dentro del mundo del arte. Un momento en el que se buscaba un nuevo lenguaje artístico que lograse conjugar la espiritualidad cristiana con los ideales estéticos del arte clásico griego y romano.

Entre las 5 obras del Quattrocento más representativas se encuentran:

  • El nacimiento de Venus
  • La Anunciación
  • David
  • La Batalla de San Romano
  • El Tributo de la moneda

Uno ejemplos notables de cómo los artistas del Quattrocento lograron un equilibrio entre la técnica y la expresión, sentando las bases del Renacimiento.

Obras del Quattrocento - ¿Cuáles son las obras del Quattrocento más representativas ?

El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1485)

Una de las obras del Quattrocento más icónicas y representativas es El nacimiento de Venus, del artista Sandro Botticelli. Es una pintura al temple sobre lienzo en la que el autor recrea un tema de la mitología clásica, el nacimiento de la diosa Venus emergiendo de las aguas sobre una concha.

Lo más notable de esta obra es la idealización de la belleza femenina, un ideal que contrasta con el naturalismo de otros artistas. Así, en esta obra, Botticelli no trata de representar a la diosa de manera realista y busca transmitir una sensación de divinidad y gracia mediante la estilización de las figuras y la recreación de un paisaje idílico y casi irreal.

También se destaca el uso del color y el tratamiento de la luz hecha por Botticelli en este cuadro. La piel de tono pálido de la diosa contrasta con los tonos azules del mar, mientras que la línea elegante de las figuras aporta dinamismo y ligereza a toda la composición. Esta obra es una plasmación de las ideas neoplatónicas que valoraban la belleza física como reflejo de una belleza espiritual superior.

Obras del Quattrocento - El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli, 1485)

La Anunciación (Fra Angelico, 1438-1445)

Fra Angélico es un artista conocido por su habilidad para fusionar el fervor religioso con una gran destreza técnica. La Anunciación constituye una de sus obras más famosas, un fresco para el convento de San Marco en Florencia en el que se muestra el momento en el que el ángel Gabriel anuncia a la Virgen María que será madre, la madre de Jesús. Uno de los aspectos mas notables es cómo Fra Angelico consigue transmitirnos la profunda espiritualidad del momento a través de la serenidad de las figuras y la delicadeza de los colores.

La innovación técnica en esta obra radica en el uso de la perspectiva para dar profundidad al espacio arquitectónico donde se desarrolla la escena, una técnica que fue perfeccionada durante el Quattrocento. La luz suave y la serenidad del ambiente crean una atmósfera llena de misticismo, invitando a la contemplación piadosa.

Obras del Quattrocento - La Anunciación (Fra Angelico, 1438-1445)

David (Donatello, 1440)

Dentro de este grupo de obras del Renacimiento también tiene su lugar la escultura del David de Donatello. Esta obra es otro hito del Quattrocento y es una de las obras más emblemáticas de la escultura renacentista. Realizada en bronce, esta es la primera escultura a gran escala de un desnudo masculino en la cultura occidental desde la antigüedad. Así, el David de Donatello rompió con todas las convenciones medievales y celebra la belleza del cuerpo humano, una característica básica dentro del arte renacentista.

Se trata de una escultura exenta de tema bíblico, fundida en bronce, en la que se representa a un David adolescente que, tras derrotar a Goliat, ha procedido a cortarle la cabeza con su espada. La escultura está realizada en bronce y mide 1.58 metros de altura. La obra está dotada de naturalismo y modelada con gran delicadeza. En ella, Donatello consigue reflejar el sentido del movimiento y la vitalidad de David pese a estar en una postura relajada y mostrar una expresión calmada.

La escultura fue un encargo de Cosme de Medici para colocarla en los jardines de su palacio de Florencia. La obra tiene una connotación política ya que el pequeño David simbolizaba a la ciudad de Florencia frente a otras ciudades más poderosas de la época, como Milán. Se cree que fue fundida en torno al año 1440. Actualmente se expone en el Museo de Bargello.

Obras del Quattrocento - David (Donatello, 1440)

La Batalla de San Romano (Paolo Uccello, 1438-1440)

Paolo Uccello se volcó en la experimentación con la perspectiva, siendo uno de los ejemplos más claros esta obra de La Batalla de San Romano. Este cuadro es un tríptico en el que se representa una escena de la batalla entre los florentinos y los sieneses. La perspectiva lineal consigue aportar al cuadro una profundidad espacial única para su época.

Para ello, Uccello organizó la composición de manera geométrica, con los cuerpos de los jinetes y los caballos dispuestos casi como si fuesen piezas en un tablero de ajedrez. El detalle y dinamismo de la escena contrastan con la rigidez de las figuras, algo que crea una enorme tensión visual.

Obras del Quattrocento - La Batalla de San Romano (Paolo Uccello, 1438-1440)

El Tributo de la moneda (Masaccio, 1425)

En la misma línea que Uccello, Masaccio también fue uno de los pioneros en el uso de la perspectiva y el claroscuro en la pintura renacentista. Este fresco, ubicado en la Capilla Brancacci de Florencia, es una obra revolucionaria por la forma en la que combina una narrativa bíblica con un espacio tridimensional.

La obra representa una escena del Evangelio en la que Cristo le indica a San Pedro que pague el tributo de los recaudadores de impuestos. Masaccio emplea la perspectiva para ubicar a las figuras en un espacio realista y utiliza el claroscuro para dar volumen a los cuerpos, haciendo que las figuras parezcan más esculpidas que pintadas.

Obras del Quattrocento - El Tributo de la moneda (Masaccio, 1425)

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Bibliografía
  • ARGULLOL, Rafael. El Quattrocento: arte y cultura del Renacimiento italiano. Editorial Montesinos, 1982.
  • BAXANDALL, Michael. Pintura y vida cotidiana en el Renacimiento: arte y experiencia en el Quattrocento. Ediciones Ampersand, 2017.
  • HUERTA MEZA, D. El Quattrocento florentino o el origen de una travesía. Otros Diálogos, 2019, no 8.
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