Imperio mongol: resumen

Antes de la fundación del imperio, Mongolia estaba habitada por numerosas tribus nómadas que se enfrentaban continuamente en conflictos. Esto cambió con la aparición de Temujin, un joven guerrero mongol que mediante alianzas y victorias militares fue capaz de unificar las tribus mongolas. Este Temujin es el que sería nombrado Genghis Khan, siendo esto un término semejante al de gobernador del mundo.

Con el paso de los años, los mongoles liderados por Genghis Khan fueron logrando victorias en numerosas campañas con las que expandir su imperio. Fueron capaces de vencer a la dinastía Jin de China, al imperio corasmio y a los rusos, llegando por ello desde China hasta Europa, dominando prácticamente la mitad del mundo conocido.

Tras la muerte de Genghis Khan, el imperio fue dividido en cuatro partes, siendo cada una de ellas para uno de los hijos del Khan. Durante esta etapa los mongoles continuaron expandiéndose, aunque a una velocidad más lenta. Los mongoles fueron capaces de invadir, Rusia, Polonia y Hungría, y de destruir el Califato abasí.

Poco a poco los mongoles dejaron de lado su parte más salvaje, pasando a gobernar de forma eficiente y menos agresiva. Fue en este punto que los mongoles fundaron la dinastía Yuan en China, trasladando la capital a Beijing, y aumentando mucho las relaciones y el comercio con los europeos.

Finalmente en el siglo XIV tuvo lugar el declive y la caída del imperio mongol, en gran medida porque la enorme extensión del imperio lo hacía difícil de gobernar, provocando conflictos internos y revueltas por todo el territorio. Finalmente a finales del siglo XIV, el imperio mongol dejó de existir como tal.

Debemos tener en cuenta que el imperio mongol no fue destruido por un solo enemigo, sino que se desintegró por numerosas razones.

• La primera de estas razones fue la fragmentación del imperio tras la muerte de Genghis Khan, creando regiones que con el paso del tiempo se volverían independientes.
• La segunda razón es la aparición de nuevos imperios que podían rivalizar contra los mongoles en cuanto a poder, como la dinastía Ming, los otomano o los rusos.

Por todo ello, podemos ver que no hubo un solo destructor del imperio mongol, sino que este fue destruido por un proceso de fragmentación interna causada por el surgimiento de numerosos conflictos internos y externos. Debemos tener en cuenta que desde su nacimiento hasta su final sucedieron muchas cosas, provocando que poco tuviera que ver el imperio moribundo al que había surgido en las estepas mongolas.

El imperio mongol tuvo una duración aproximada de 162 años, desde su fundación en 1206 hasta su caída en 1368. La fundación en el 1206 se basa en el momento en el que Genghis Khan unificó a las tribus mongolas en un solo imperio. Por otro lado, el final del imperio en 1368 tuvo lugar cuando los mongoles fueron expulsados de China por la dinastía Ming, marcando el final del imperio mongol.

En la época de Genghis Khan, los mongoles eran de toda clase de religiones, encontrando desde budistas hasta cristianos, pasando por musulmanes. Esto podría generar enormes conflictos, por lo que Genghis creó una institución que garantiza la libertad religiosa de todas personas, aún siendo él representante del chamanismo. El respeto de Genghis por la religión era tan grande, que dejaba exentos de impuestos a los líderes religiosos.

Durante gran parte de la historia del imperio había pocos lugares de culto, debido a la vida nómada de los habitantes del imperio. Los sucesores de Genghis intentaron solucionar esto, creando numerosos proyectos de construcción religiosa en la capital de Mongolia, creando un edificio para cada una de las religiones, sin importar lo minoritaria que fuera.

Finalmente, y tras la división de imperio, cada región adoptó la religión dominante de su población local, por lo que una de ellos acogió al budismo y el chamanismo, mientras que el resto adoptaron el islam.

Atila el Huno fue primero, ya que vivió aproximadamente entre el 406 y el 452., mientras que Genghis Khan nació alrededor de 1162, muriendo en 1227. Mucha gente piensa que ambos personajes están relacionados, debido a que guardan algunas semejanzas, pero la realidad es que no tienen nada que ver.

Atila fue el líder de los hunos, siendo uno de los pueblos germánicos que atacó durante años al Imperio Romano, aunque nunca tuvo intención de conquistarlo ni de formar un poderoso imperio. Durante años azotaron toda la zona de Europa, generando el caos por donde pasaban.

Por otro lado, Genghis Khan fue el líder del imperio mongol, unificando a las tribus mongolas e iniciando una rápida expansión por parte de Asia y Europa, generando a su paso un nuevo imperio.

Los hunos y los mongoles tienen ciertas semejanzas, como su forma de lucha, su posible origen, y ser grandes conquistadores, aunque realmente no son un pueblo semejante en muchos otros factores, y están muy distanciados entre sí en el tiempo.

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