Partes del esqueleto humano

El esqueleto humano está formado por dos partes diferenciadas, que le permiten tener la estructura completa que conocemos. Por un lado, nos encontramos con el eje central del cuerpo (Esqueleto axial) y, por otro lado, hablamos de todas las extremidades (Esqueleto apendicular) que están anexadas a este bloque central.

Este conjunto de huesos permite el movimiento y la estabilidad del cuerpo, ya que conectan las extremidades con el tronco y facilitan las actividades cotidianas como caminar, levantar objetos y mantener la postura. Vamos a explicarte mejor cuáles son las partes del esqueleto humano.

Esqueleto axial

El esqueleto axial está compuesto por el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón. Estas estructuras forman el eje central del cuerpo y proporcionan una protección resistente para el sistema nervioso central, así como para los órganos ubicados en la cavidad torácica, como los pulmones, el corazón y los grandes vasos sanguíneos.

A continuación, vamos a explicarte más detalladamente cada una de las partes del esqueleto axial:

• Cráneo: Protege el encéfalo y forma la estructura facial. Se divide en dos partes: el neurocráneo, que protege el cerebro, y el esplacnocráneo, que incluye huesos como la mandíbula y los que rodean los ojos y la nariz.
• Caja torácica: Consiste en 24 costillas y el esternón. Protege los órganos vitales como el corazón y los pulmones, y sirve de soporte para los hombros y músculos del torso.
• Columna vertebral: Está compuesta por 24 vértebras en adultos y se divide en las regiones cervical, torácica y lumbar, y termina en el sacro y el cóccix. Protege la médula espinal y permite la movilidad del tronco.

Esqueleto apendicular

El esqueleto apendicular hace referencia a los huesos que forman la cintura escapular y la cintura pelviana, además de los huesos de las extremidades superiores (brazos) e inferiores (piernas). Las cinturas conectan el esqueleto axial con el apendicular, es decir, unen el tronco del cuerpo con las extremidades. La cintura escapular conecta el tronco con los brazos, mientras que la cintura pelviana conecta el tronco con las piernas.

Es importante tener en cuenta que en anatomía, la palabra "cintura" tiene un significado distinto al que comúnmente usamos en la vida diaria. El esqueleto apendicular está formado por los huesos que forman las extremidades y las cinturas que conectan con el esqueleto axial:

• Pelvis: La pelvis conecta los huesos de las extremidades inferiores con el esqueleto axial. Está formada por los huesos de la cadera, que son el ilion, isquion y pubis. En las mujeres, la pelvis es más ancha para facilitar el parto.
• Cintura escapular y miembros superiores: La cintura escapular está formada por la escápula y las clavículas. Su función principal es conectar los miembros superiores con el tronco. Los huesos de los brazos son el húmero, radio, cúbito y los huesos de la mano (carpianos, metacarpianos y falanges).
• Cintura pelviana y miembros inferiores: La cintura pelviana está formada por los huesos de la cadera y es la encargada de unir las extremidades inferiores al esqueleto axial. Los miembros inferiores son el fémur, la tibia, el peroné, y los huesos del pie (tarsianos, metatarsianos y falanges). Los arcos del pie son los que dan apoyo al caminar y distribuyen el peso del cuerpo.

Ahora que ya conoces las partes del esqueleto humano, vamos a definir mejor esta estructura de nuestro cuerpo.

El esqueleto humano es la estructura ósea que da forma y soporte al cuerpo. Como hemos mencionado anteriormente, en una persona adulta, está compuesto por 206 huesos, los cuales están conectados entre sí y se vinculan estrechamente con ligamentos, tendones y músculos. Estos huesos están hechos de tejido óseo y cartilaginoso. En total, el esqueleto representa aproximadamente el 12% del peso corporal, por lo que, en una persona que pesa 75kg, el esqueleto pesaría alrededor de 9kg.

El esqueleto también es conocido como sistema esquelético o sistema óseo y trabaja junto con los músculos para formar el aparato locomotor, que nos permite movernos.

Aquí te descubrimos las funciones del esqueleto.

Un hueso es un órgano compuesto de tejido conectivo que se ha calcificado. Este tejido está formado por una matriz en la que se encuentran las fibras de colágeno y las células llamadas osteocitos. Los osteocitos son las células más abundantes en los huesos maduros y se encargan de mantener su crecimiento y densidad. Dentro de esta matriz ósea, se encuentran grandes cantidades de calcio y fosfato, minerales que ayudan a fortalecer y hacer más resistente la estructura del hueso.

Excepto el hioides, todos los huesos están conectados entre sí a través de articulaciones. Junto con los tendones y los músculos, el esqueleto actúa como una especie de palanca, permitiendo que el cuerpo se mueva gracias a la fuerza generada por los músculos. En el interior de cada hueso se encuentra la médula ósea, que puede ser roja (donde se produce la sangre) o amarilla (que contiene tejido graso). Aquí te descubrimos las funciones de los huesos.

El proceso de formación de un hueso se llama osteogénesis, y en los humanos, este proceso se completa con la osificación. Aunque existen varios tipos de osificación, la mayor parte de nuestro esqueleto se desarrolla a través de dos tipos principales: la osificación endocondral y la osificación intramembranosa.

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