Animales ovovivíparos: características

Los animales ovovivíparos son aquellos que tienen un modo de reproducción en el que los huevos se desarrollan dentro del cuerpo de la madre. En este proceso, el embrión se forma y madura en el interior del vientre materno, y solo cuando está casi listo para nacer, la madre lo expulsa o deposita fuera de su cuerpo.

Este mecanismo de reproducción se sitúa en un punto intermedio entre los animales ovíparos, que ponen huevos externamente, y los vivíparos, que dan a luz a crías completamente desarrolladas. En el caso de los ovovivíparos, aunque el desarrollo ocurre dentro de un huevo, este no es liberado hasta poco antes de que el pequeño animal esté listo para salir.

La ovoviviparidad es bastante común en ciertas especies invertebradas, así como en algunos reptiles y peces. Un aspecto fundamental de este proceso es que la fecundación es interna, lo que significa que el macho introduce su material genético en la hembra durante la cópula.

Se pueden clasificar dos tipos de animales ovovivíparos según cómo se alimentan los embriones durante el desarrollo:

• Embriones que se alimentan solo de la yema del huevo: En este caso, los embriones obtienen todos los nutrientes necesarios de la yema y no necesitan alimentos de la madre.
• Embriones que necesitan nutrientes de la madre: Aquí, los embriones utilizan inicialmente la energía de la yema, pero agotan su contenido y dependen de los nutrientes suministrados por el cuerpo materno, que pueden ser en forma de óvulos no fecundados o secreciones uterinas.

Descubre aquí las diferencias entre animales vivíparos, ovíparos y ovovíparos.

Las características de los animales ovovivíparos son las que les han dado las ventajas y adaptaciones de las que disfruta actualmente este tipo de reproducción en el reino animal. Te las presentamos:

• Desarrollo interno: A diferencia de los animales ovíparos, que ponen sus huevos en el exterior, los ovovivíparos desarrollan sus huevos dentro de su cuerpo. Esto les permite proteger a las crías durante su desarrollo.
• Ambiente seguro: Al mantener los huevos dentro del cuerpo, las madres ofrecen un entorno seguro y controlado, lo que mejora las posibilidades de supervivencia de los embriones al resguardarlos de depredadores y condiciones adversas.
• Nutrición del saco vitelino: En lugar de tener una placenta, las crías se alimentan a través del saco vitelino del huevo. Este saco está ubicado dentro del cuerpo de la madre y les proporciona los nutrientes esenciales durante su crecimiento.
• Mayor desarrollo al nacer: Cuando las crías finalmente salen del huevo, lo hacen en un estado más avanzado en comparación con las que nacen de huevos puestos externamente. Esto les da una ventaja en cuanto a la supervivencia en su entorno.
• Variedad en la descendencia: La cantidad de crías que nacen de cada madre varía entre las diferentes especies. Por ejemplo, algunos tiburones pueden tener solo unas pocas crías, mientras que especies como los guppies pueden llegar a tener cientos.
• Adaptación a diversos entornos: La ovoviviparidad permite a los animales adaptarse a diferentes hábitats, ya sea en el agua o en tierra, lo que aumenta sus oportunidades de sobrevivir en diversos ecosistemas.
• Esfuerzo materno: Aunque las madres no proporcionan nutrición directa a través de una placenta, llevar los huevos dentro del cuerpo implica un mayor esfuerzo físico y gasto de energía.

Ahora que ya conoces las características de los animales ovovivíparos, vamos a ponerte algunos ejemplos de animales ovovivíparos para que puedas comprender mejor este tipo de reproducción tan curiosa del reino animal:

• Lución (culebrilla de cristal): Aunque parece una serpiente, es un lagarto sin patas. Puede medir hasta 50 cm y tras un periodo de gestación de 3 a 5 meses, la madre da a luz crías maduras que eclosionan inmediatamente.
• Tiburón blanco: Este gran tiburón tiene una boca en forma de arco y necesita nadar continuamente para respirar, ya que no tiene vejiga natatoria. Sus crías eclosionan dentro de la madre y se alimentan del vitelio del huevo.
• Hipocampo (caballito de mar): En este pez, los huevos se desarrollan en el saco del macho. La fecundación ocurre cuando la hembra transfiere los huevos al macho.
• Boa constrictor: Puede medir entre 0,5 y 4 metros, siendo las hembras más grandes que los machos. Se reproduce en la época de lluvias y las crías nacen desarrolladas tras varios meses de gestación, dentro del cuerpo materno.
• Trioceros de Jackson: Este camaleón africano tiene tres cuernos y da a luz entre 8 y 30 crías tras una gestación de hasta seis meses.
• Mielga: Este pequeño tiburón, que mide poco más de un metro, tiene espinas venenosas. Las hembras pueden tener de 1 a 20 embriones por camada, naciendo fuera del huevo.
• Ornitorrinco: Este mamífero semiacuático, que pone huevos, se caracteriza por su hocico de pato y cola de castor. Es una de las pocas especies venenosas entre los mamíferos.
• Mantarraya (manta gigante): No tiene aguijón en la cola y puede alcanzar grandes tamaños. Durante el cortejo, varios machos compiten por una hembra, y el desarrollo de las crías puede durar más de doce meses.
• Sapo de Surinam: Este anfibio tropical tiene un cuerpo aplanado. Fertiliza los huevos externamente, pero los retiene en su cuerpo, y las crías nacen en su forma definitiva, sin pasar por larvas.
• Anaconda: Esta serpiente constrictora puede medir hasta diez metros. Las hembras atraen a los machos mediante feromonas y dan a luz entre 20 y 40 crías de aproximadamente 60 cm.

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